Es curioso como con frecuencia se mencionan nombres de vinos o de uvas sin ponerle atención al uso femenino o masculino del término, sin embargo, en el mundo del vino, aunque la planta de la vid sea hermafrodita, las uvas y los vinos tienen sexos bien definidos.
La aberración más grande resulta ser también una de las más frecuentes y solemos pronunciarla al dirigirnos a los vinos espumosos más populares en RD: “Quiero una Champaña” o, peor todavía, “Quiero una Cava”.
El Champagne, además de ser unos de los productos más nobles y aristocráticos de la enología internacional, es también y, sobre todo, el nombre de una región muy especial ubicada al noreste de París; este lugar se identifica y se reconoce en el mundo por sus vinos y sus vinos son especiales y únicos por ser producidos en este lugar. Una sinergia y una territorialidad poco comunes.
En el caso específico del Champagne, distorsionar el nombre, equivale a alterar parte de un patrimonio único.
El caso del Cava y de la pronunciación de su nombre al femenino es todavía peor ya que, gramáticamente hablando, cuando como de costumbre, pedimos “una cava” o “una cavita” al restaurante, deberíamos esperar la llegada de un camarero con una habitación entera, climatizada y condicionada para la conservación de los vinos que, obviamente, resulta ser algo imposible; en el caso de que estuviéramos interactuando con un camarero astuto, que quiere esmerarse en términos de servicio y que optó por la versión más pequeña (cavita), pudiéramos verlo llegar con una nevera de vinos (de 24 hasta 52 botellas) montada en un carrito…o en la espalda si tiene la membresía en un gimnasio, ya que la misma comúnmente se conoce como Cava de Vinos o Nevera de Vinos.
En el caso más frecuente, si quisiéramos simplemente disfrutar de una copa o una botella del más famoso y prestigioso vino espumoso de España, deberíamos esforzarnos a pedir UN Cava y no hay dudas que, en territorio dominicano y más aun en tierra extranjera, nos llevarían a la mesa exactamente lo que pedimos.
Con los demás vinos…porque ya entendieron que también el Cava y el Champagne son vinos, ¿verdad?, la fórmula es muy simple: cuando nos referimos a las uvas tenemos que poner la versión femenina, cuando nos referimos a los vinos tenemos que utilizar la versión masculina.
La uva Tempranillo, el vino Tempranillo; la uva Cabernet Sauvignon, el vino Cabernet Sauvignon, la uva Chardonnay, el vino Chardonnay.
No hay discriminación en el mundo del vino, los roles masculinos y femeninos están bastante definidos y al final, como las leyes de la naturaleza rigen, la base de la creación se origina en el hemisferio femenino (las uvas).
Cheers!
P.D.: Cierro este Spot informativo invitándolos a leer nuevamente el párrafo del Cava, para asegurarme de que la logística de Winelivery RD no sufra, al momento de pedir UNA CAVA.