BLOG

RED BLEND, anzuelo para Millenials.

Jun 24, 2019



Los Millenials, que representan la generación más importante y con más potencial en el mercado, se caracterizan por ser menos conformistas por ende no siguen las reglas y los protocolos con los cuales han sido educados por sus padres; por otro lado, al ser hijos de la globalización, están más conectados al mundo, abiertos al cambio y acostumbrados a la diversidad cultural.

En el estereotipo de las generaciones anteriores (Generación X sobre todo) el vino se ha visualizado y “glorificado” hasta transformar la simple acción de tomar un vaso de vino en un proceso complicado, que requiere un protocolo, copas de cristal super-tecnológicas, que precisa de la asesoría de un experto o que obliga a tomar clases y exámenes para poder prescindir del experto, que genera estrés al momento de seleccionar un producto en el restaurante o en una tienda de vino, que produce sudoración, temblores y tartamudeos cuando nos los sirven en una mesa y debemos  atestiguar sobre su calidad y que, last but not least, debe quebrar nuestra cuenta del banco para poder ser bueno y, peor todavía, reconocido y envidiado por las mesas a nuestro alrededor que van a tener que tomarse un selfie con algo más barato.    

 Los Millenials, con su anticonformismo y concepción diferente de lo que significa disfrutar, crecieron con la idea que la vida debe ser más simple de como la pintaron los “viejos” de la generación anterior y, obviamente, no se identificaban con los vinos clásicos, austeros, con frecuencia tánicos y ácidos, con un perfil gustativo en borderline entre el closet de la abuela y el establo del abuelo, costos elevados y con un tiempo de espera de 15 años para poderlos disfrutar luego de haberlos guardado en su propia casa.   

Los países productores menos apegados a tradiciones y más al aspecto comercial, identificaron de inmediato una oportunidad a través de la creación de un estilo de vino que pudiese funcionar con las necesidades del consumidor Millenials: un vino fácil de tomar, de bajo costo y que no precise del auxilio de un Sommelier para ser tomado; le agregaron un packaging nuevo, atractivo y no convencional…et voilà…nacieron los RED BLENDS.

Con los RED BLENDS, más que tener una mezcla de uvas tintas, aunque técnicamente es casi siempre así, tenemos un verdadero nuevo estilo de vinos, que se caracteriza por la presencia de notas frutales muy intensas, equilibrio gustativo y presencia de azúcar residual…no hay que pedirle más a un RED BLEND, está hecho para llegar hasta allí.  

Considero la degustación del vino como un viaje, ya que, a través de una copa, puedes descubrir una cultura, un territorio, una filosofía…sin moverte de tu silla; para aprender a ser un buen viajero hay que viajar y a la medida que viajamos aprendemos a disfrutar de manera diferente y más consciente. Nuestro primer viaje no puede ser ir a visitar el Museo Louvre de París, pues nos la pasaríamos aburridos y sin entender las obras de arte, debemos comenzar con lo básico: Disneyworld, Ibiza, Las Vegas y quizá en el proceso, además de apasionarnos de viajar, nos damos cuenta de que hay algo más hermoso que nos falta descubrir…nuestra sensibilidad se desarrolla y un Rollercoaster ya no provoca la misma emoción y placer que provocaba en un comienzo.   

Así, le doy la gracias a los RED BLEND por transformar a los Millenials en viajeros enológicos que, en un futuro muy próximo, estarán buscando nuevas y más complejas emociones